¿Aceptarías trabajar para el enemigo por unos pocos dólares?
Quiero compartirles un momento de mi vida llamado INTEGRIDAD,
aunque creo que para algunos soy una tonta por no aprovechar oportunidades,
porque al vivir en Venezuela, no te puedes dar el lujo de rechazar alguna entrada
de dinero. Sé que muchos podrán verse reflejados en esta historia que leerán a
continuación:
Ante la cuarentena por el coronavirus, muchos buscamos
ingresos extras en el mundo digital. Las entradas de dinero escasean por ofrecer
asesoría política, ser escritora y dar clases de filosofía online; así que como
muchos compatriotas abrí un perfil donde ofrezco otras cosas en las que me
destaco: Armar cursos, redacción de textos, transcripción de audios, optimización
SEO y manejo de redes sociales; todo ello en una plataforma web donde te
postulas en un proyecto, conversas con el cliente y con un poco de suerte (no
la he tenido) te contratan. Así es la vida del freelancer.
Recientemente, me topé con una publicación para redactar
textos, con un objetivo muy breve e impreciso, un presupuesto de entre $10 a $30
y algo que llamó mi atención: el empleador es venezolano; así que pensé en que la
cuestión podría ser “interesante”. Pedí más detalles por mensajería y me
contacta Alicia, con foto de perfil animada y directa al grano me dice: “hola,
estás?”. Ya la informalidad me daba mala espina, sugería desespero, respiré profundo
y con la actitud más optimista me dije: “Tal vez surja al bueno, hay que dar a
oportunidad, sé educada”, por lo que me dispuse a entablar la conversación para
que me diera los detalles del proyecto.
Me pregunta si sé normas APA, a lo que respondo que sí
(trabajo con las normas desde hace muchos años, además asesoro trabajos especiales
de grado) y le pareció perfecto. Seguidamente me lanza el tema:
Brecha de género y los obstáculos e impedimentos hacia las
mujeres en las empresas de informática dentro del ámbito de la sociedad
Argentina.
Se prenden las alarmas dentro de mi y para no juzgar apresuradamente,
sin saber bien lo que plantea (lo sabía, solo que quería entender la movida),
pido detalles y me envía un documento en Word con todas las normas y una explicación
extendida que dice (tal cual, sin edición):
Se trata de un texto sobre la brecha de género y los
obstáculos e impedimentos hacia las mujeres en las empresas de informática
dentro del ámbito de la sociedad Argentina, se necesita establecer el estado de
la cuestión para ello debe ubicar
investigaciones de data reciente que se encuentren ampliamente
relacionadas con el tema para conocer como ha sido tratado en la actualidad las
situaciones vinculadas con las diferencias que pudieran existir entre los
hombres y las mujeres desde el punto de vista laboral.
Es así como con el desarrollo del presente se busca
establecer el estado actual de las diferencias entre los hombres y las mujeres
para incursionar en las empresas cuyo objeto económico principal se encuentra
referido a las tecnologías de la información.
Es por ello que se realizará una breve reseña del papel de
la mujer en el tiempo y en el derecho al trabajo, se conceptualizaran sexo y
género.Así mismo a los fines de comprender aun más la temática
planteada se esbozaran las teorías feministas, de la discriminación y del rol
social lo que permitirá establecer como éstas han venido observando el rol de
la mujer dentro de la sociedad y los obstáculos o barreras legales que le han
sido impuestas a las mujeres para el desempeño exitoso en las distintas áreas y
desde distintas perspectivas.
Del mismo modo se determinaran las posibles discriminaciones
hacia la mujer en su etapa laboral y la protección de éstas en las empresas de
tecnología, para finalmente establecer los fundamentos legales en los cuales se
cimentara la presente investigación.
Sin pensarlo y fiel a mis principios que se basan en JAMÁS
promover el progresismo izquierdista de ninguna manera, donde una mujer no se
victimiza, sino que se capacita para ser competitiva en el mundo laboral, le respondí:
Si bien socialismo te amputa las piernas para luego venderte
las muletas, no creo necesario que por la excusa de “darle de comer a mis hijos”,
te rebajes de esa manera para multiplicar el mensaje de un tentáculo de la
izquierda como lo es el feminismo, disfrazado de cordero al expresarse como “discriminación
laboral por género”.
Aunque no quiero desviarme del tema, haré una aclaratoria
respecto a lo que Alicia pide en el trabajo de investigación: Las mujeres somos
libres de escoger la carrera que nos de la gana y la brecha salarial está allí,
los hombres escogen profesiones mejores pagadas y las compañías eligen según
competencias, si a las mujeres le pagaran menos, las empresas solo contratarían
mujeres, cosa que no es así. Las mujeres no debemos ser contratadas por tener
vagina, sino por los talentos que demostremos, la victimización está demás. Es
básico, es sentido común.
¿Alicia ignora la agenda feminista? ¿Sabrá que con
este tipo de trabajos para “darle de comer a mis hijos” promueve el sistema que
la tiene desesperada buscando dinero? Ella responde:
Alicia cree que este trabajo de investigación es inofensico porque
habla de la discriminación. Ignorante o no (para mi es una imbécil que hace por
hacer, solo por dinero), así usted lo vea como algo pequeño e insignificante,
este grano de arena no le quita la carga de responsabilidad de participar
dentro del sistema despótico.
Ni hablemos de semejante cantidad de trabajo por la $20, en
esto el mercado sí actúa, aquí le diría que no porque mi trabajo vale más y
todo hubiese acabado allí, pero lo que me sacó de mis casillas fue el objetivo
y que la gente se preste para eso con una excusa tan miserable como “lo hago
por mis hijos”.
Desde mi pequeña trinchera, fundamentada en el liberalismo,
donde salvaguardar la dignidad humana es una máxima innegociable, al menos para
mi, no aceptaré ningún empleo donde pase coleto con mis principios, así me
muera de hambre. Ser madre no implica prostituirse de esa manera (en este caso trabajar
por cualquier idea y que no te importe) cuando aún hay opciones.
Así piensan muchos en Latinoamérica, especialmente en
Venezuela donde la ética no existe, el rancho lo llevan en la cabeza y se han
pervertido todas las instituciones, pero no por obra y gracia del espíritu santo,
sino por el socialismo que facilitó aún más la corrupción o mejor dicho la
famosa “viveza criolla”. Por pensar como Alicia es que nace el enchufado y el
testaferro de la narcotiranía, haciendo más grande y más fuerte la maquinaria
opresora.
Entiendo que mucha gente esté pasándola muy mal, vivo dentro
del monstruo, lo sé en carne propia, pero esto no significa que no intentemos
entender por qué andamos así y cuáles son sus divisiones. El feminismo es parte
del problema y forma parte de la perversa agenda del Foro de Sao Paulo.
Una mujer ignorante es presa fácil de poderío estatal. Aquí tienen
a Alicia, la perfecta idiota latinoamericana que no ve más allá de su miserable
existencia.
Excelente análisis, no podemos justificar vender nuestra dignidad con la excusa de los hijos, la etica y la moral en el ejercicio profesional son fundamentales para forjar los valores en los hijos y formar su caracter y autoestima.
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