Venezuela, un expaís

La libertad personal exige que toda autoridad esté limitada por principios duraderos aprobados por la opinión del pueblo. Friedrich Hayek

Un país cuya inflación se encuentra pronosticada en 1.000.000% para finales de 2018 (FMI) no puede estar bien. Venezuela se encuentra en el caos socialista del siglo XXI, nadie está a salvo, todos tememos por lo que ocurra en el futuro cercano.

Vacío político. No existe oposición con liderazgo en Venezuela, hay algunos personajes que hacen ruido internacionalmente pero, con un llamado a elecciones libres en un territorio dominado por delincuentes, sin garantías electorales, altamente violento y con un grito unísono popular de ¡Libertad!

¿Se comprende tal iniciativa de elecciones en un país tiránico? No, cualquier ser pensante asume que es arar en el mar y son parte de la agenda oficialista. Los que ya no creemos en ninguna facción lo vemos de esa manera, ya que, las élites políticas herméticas (por si no fuera poco) en los últimos años, botaron a la basura oportunidades únicas e irrepetibles con apoyo de la ciudadanía y sembraron la desconfianza en políticos y partidos.

Medidas totalitarias. Mientras aquello ocurre, la población venezolana sufre de inflación diaria de 2,7% (Comisión de Finanzas de la AN, agosto 2018) esto se traduce en que un precio ves en el anaquel y al momento de pagar es otro. El desgobierno de Nicolás Maduro “resuelve” tal situación con una política sostenida de aumentos del sueldo mínimo, otorgando bonos a la población y una caja/bolsa alimenticia subsidiada que proviene del dinero de todos los venezolanos, empobreciéndonos cada día más.

A todo ello se le suma las crisis hospitalaria, alimenticia, educativa, diáspora sostenida de profesionales, delincuencia desatada, narcotráfico, etc. Diariamente mueren niños de hambre, por falta de algún medicamento o ambas razones. Ni un entierro digno puede dárseles por el alto costo de servicios funerarios. Nada, absolutamente nada funciona, el socialismo del siglo XXI permeó en toda la estructura social, pudriendo sus cimientos.

La cita inicial de Hayek es intencional,mientras Venezuela siga dominada por un caudillo gigante facultado por una sociedad parásita, no podrá recuperar su libertad.