El totalitarismo mutó y trasladó su maquinaria de censura a las redes sociales
¿Hay libertad de expresión
en redes sociales? ¿Qué tanto podemos decir en Facebook, Instagram o Twitter?
¿Una crítica es tan peligrosa para ser censurada?
El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, dueño también de Whatsapp e Instagram ha declarado públicamente que su censura ha sido dirigida hacia religiones específicas como los católicos o tendencias políticas como la derecha o los conservadores, por ejemplo: En 2018 tuvo que disculparse frente a congresistas estadounidenses porque un anuncio enviado a Facebook, que presentaba un crucifijo, fue rechazado por Facebook durante la Pascua con el argumento de que su contenido era “excesivamente violento»” y “sensacionalista”. (Leer más aquí).
Cualquier mente que se atreva a pensar distinto a los progresistas será expulsada de estas redes sociales por “incitar al odio”. De esta manera, este 2019, influencers de la derecha como Milo Yiannopoulos han sido eliminados de Facebook solo por su contenido incómodo para los movimientos zurdos denominados “minorías”, específicamente en el caso de Milo, por su discurso contra las feministas al afirmar que estas son un cáncer.
Link de la nota aquí |
También, vemos como hay publicaciones de Instagram que incitan al aborto, asesinato vil financiado por organizaciones de la izquierda (más aquí), pero te censuran por mostrar el producto de dicha práctica. Le invito a intentar subir la segunda imagen que muestro más abajo para que en pocas horas sea eliminando el post, censurado o denunciada tu cuenta.
Contenido publicado libremente en Instagram |
Contenido que no puedes publicar en redes sociales |
Por lo visto, la izquierda
más rancia y sádica tiene espacios a sus anchas en las redes sociales y puede
expresarse libremente. En twitter, hay
un poco más de libertad, al menos no te eliminan la cuenta de buenas a primeras
como en el resto. No obstante, se ha demostrado que hay boots (máquina que
trabaja con un código especifico) con pocos seguidores, encargados de leer en
la red social palabras claves y atacar sin medida por cientos o miles, según
sea el caso o inflar cuentas específicas para que tengan más incidencia. Por
otro lado, sino son boots, son una horda de idiotas útiles, también con pocos
seguidores, cuyo único trabajo es molestar a los que poseen criterio propio.
Vemos pues como la tiranía 2.0 cumple la función de mover la opinión pública hacia la destrucción cultural, para que las personas sigan siendo unos parásitos del Estado al destruir sus vidas con decisiones estúpidas.
Vemos pues como la tiranía 2.0 cumple la función de mover la opinión pública hacia la destrucción cultural, para que las personas sigan siendo unos parásitos del Estado al destruir sus vidas con decisiones estúpidas.
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