Argumentos como “gracias al
feminismo puedes votar u opinar” carecen de sentido cuando las feministas del
siglo XXI desvirtuaron la lucha de la primera ola donde se defendió el derecho
al voto, la igualdad en la ley, adquirir bienes, elección libre de esposo y a
la educación.
Hoy día, luego de las
influencias de la segunda y tercera olas feministas, poco se puede decir de la
reivindicación de derechos sino que, se degrada a la mujer mediante una agenda
política para obtener privilegios del Estado, además de: lesbianismo,
proabortismo, antifamilia, antihombre, masculinización de la fémina, vandalismo,
actitud desquiciada, etc.
Frases como “No hay
socialismo sin feminismo” y “La revolución socialista debe ser feminista” hacen
que las marchas moradas de puño arriba o pañuelo verde, reflejen su verdadero
color rojo socialista. No me impresionan las imágenes del Che Guevara que se dejan
entrever en distintas manifestaciones de estas mujeres que gritan “muerte al
macho”, frase literal que demuestra un profundo odio hacia el hombre. La lucha
no es por la igualdad, sino por la supremacía de un sexo contra el otro, lo
justifican indicando que el hombre (patriarcado) es la imagen del capitalismo y
por tanto, hay que erradicarlo. Sin duda, la Escuela de Frankfurt hizo su
trabajo muy bien:
“El socialismo, como una sociedad cualitativamente distinta, debe dar la antítesis, a la negación dada de las necesidades agresivas y represivas y de los valores del capitalismo como de una cultura dominada por el hombre”.Herbert MarcuseCalas en nuestro tiempo.
Marxismo y feminismo. Teoría y praxis. La nueva izquierda
Por otro lado, vayamos a un punto
del que poco se habla pero es necesario para terminar de armar el esquema de la
dicotomía feminismo-socialismo: ¿a qué se debe en las marchas feministas tanto
vandalismo contra la Iglesia católica y por ende, las tradiciones
judeocristianas? El socialismo es anticristiano porque en ésta religión se
sientan las bases de una sociedad sana y próspera. Valores como: honestidad,
integridad, prudencia, gratitud, responsabilidad, respeto, amor y caridad; son
promovidos por la Iglesia y la familia ¿Alguna vez ha visto una feminista que
defienda a las mujeres sometidas bajo el Islam? La sororidad es solo una
retórica hipócrita de las feministas, no existe. Vemos que la enemiga es la fe
cristiana.
Por supuesto, habrá
comentarios que hablen sobre la brecha salarial, la violencia de género, “mi
cuerpo, mi decisión”; y otras cuestiones propias de una agenda dirigida hacia
mujeres ignorantes. Las feministas no me representan porque son socialistas y
el socialismo es el sistema del camino de servidumbre. Pronto les daré otra
entrega explicando algunos puntos más referentes a este tema.
Publicado en Mises Report
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