Sección segunda
De los elementos
Para Vico, existen una serie de axiomas que sirven como fundamento de la
Ciencia de la naturaleza de las naciones primigenias. Así, mediante el uso de
la filosofía que otorga verdad por medio de la razón y la filología que usa el
lenguaje y con todo derecho puede reclamar su poder sobre aquella, postula CXIV
proposiciones que se dividen en dos grandes grupos bien diferenciados:
elementos generales y particulares.
Los elementos generales están compuestos
por XXII axiomas y estos se subdividen a su vez en dos grandes grupos: en
primer lugar los axiomas I–IV, que constituyen una “…refutación de todas las
opiniones anteriores sobre los principios de la humanidad, tomados de las
inverosimilitudes, absurdos contradicciones e imposibilidad de tales opiniones.”[1].
De estos axiomas, se destaca lo siguiente:
- El hombre ignorante está sometido a leyes sólo naturales.
- Lo desconocido se compara y juzga por lo conocido.
- Grecia peca de vanidosas al catalogarse como anterior a
cualquier otra nación.
- Existen tres principios de esta Ciencia: hay una Divina
Providencia, se deben moderar las pasiones humanas y las almas humanas son
inmortales.
Por otro lado, el resto de los elementos
generales (V–XXII) se estratifican justamente en torno lo expuesto en los
axiomas anteriores que sirven de base. De esta manera, Vico los separa en dos
grandes grupos de axiomas generales:
1) Ax. V–XV: “…proporcionan los
fundamentos de la verdad y sirven para pensar este mundo de naciones en su idea
eterna…”[2].
Se pueden extraer de estos axiomas lo
siguiente:
- El hombre posee los siguientes vicios: la ambición, la
ferocidad y la avaricia.
- La legislación: ofrece la milicia, el convenio y la
política para endurecer a los vicios del hombre y cambiarlos por fortaleza,
opulencia y la sabiduría.
- La Providencia es la mente legisladora de las naciones
primigenias.
- La naturaleza del hombre es ser sociable, las necesidades
y utilidades humanas son las fuentes del derecho natural.
- Los filólogos deben tener una posición predominante respecto
de los filósofos por estar éstos en la razón pero aquellos en el conocimiento
de las lenguas y los hechos de cada nación.
- La Divina providencia otorga sentido común para
establecer lo cierto del derecho natural.
De esta manera, se expone un tránsito
entre las pasiones a las virtudes lo que supone la afirmación de la existencia
del libre albedrio, ayudado de forma natural por la Providencia divina.
2) Ax. XV1–XXI1. "…nos darán el
fundamento de lo cierto y se encaminarán a establecer de hecho este mundo de
naciones que habíamos pensado idealmente, según el método filosófico, el más
acertado…”[3].
De estos axiomas se puede extraer lo siguiente:
- La lengua de las naciones gentiles muestra costumbres de
su gente.
- Para Vico éstas lenguas y costumbres han llegado a
nosotros con falsedad, se busca por tanto, un nuevo fundamento.
- Los filosofa, las letras, las artes llegaron a las
naciones gentiles en un momento de total barbarie (ejemplo de ello: Grecia,
Roma y Francia).
- Existen ideas universales por estar nacidas al mismo
tiempo en distintas naciones. También está la lengua mental común que explica
el fundamento de las naciones y sus modificaciones. El proverbio es uno de ellos, se encuentra en
todas las naciones primitivas.
Así, en la
composición entre los dos grandes grupos de axiomas generales (verdad–certeza), el hombre de las naciones primigenias es por naturaleza
ignorante, sólo es capaz de juzgar lo nuevo con lo conocido encontrándose regido
por sus propias pasiones y vicios. La Divina Providencia le otorga la capacidad
al hombre de usar el sentido común –una especie muy primitiva de reflexión–
para moverse en sociedad. Sus
necesidades serán sometidas al libre albedrío y el lenguaje es su instrumento,
pues con él se mantienen las costumbres de su gente.
Vico destaca a la Providencia como aquella que dio el criterio del sentido
común a las naciones primigenias, dándole orden y estructura. Sobre esta base, los
hombres pudieron mandar con el derecho natural (entendiendo las necesidades
humanas) lo cual se hizo semejante en cada nación y por separado y esto explica
cómo las naciones hayan creado leyes mentales comunes –como los proverbios– e
ideas comunes a pesar de que hayan sido pueblos desconocidos. De esta manera,
descarta la posibilidad de que los mismos hombres hayan creado el derecho civil
en Grecia –con sus raíces mitológicas– y luego tomado con ciertas
modificaciones en Roma.
A continuación, desde el Ax. XXIII en
adelante, Vico hace una detallada enumeración de los axiomas de los elementos
particulares que evidencian las materias particulares exploradas por la Ciencia
Nueva. Estos axiomas se pueden reducir a lo siguiente:
- La poesía da sentido y pasión a las cosas insensibles.
- Se
distingue al género humano entre gigantes y hombres, gentiles y hebreos; y
entre historia sagrada y profana.
- El mundo de los pueblos comenzó por las religiones. Los
dioses recogían aspectos de la vida natural, moral, económica o civil de los
primeros tiempos. Y la religión reduce las guerras.
- “Las primeras fábulas debieron contener verdades civiles
y por ello serían las historia de los primeros pueblos”[4].
- Primeros sabios los poetas teólogos.
- Personificaciones míticas: fueron necesarias. Son
fingidas.
- Hay una comparación entre el estado de niñez y como se
comportó el mundo en sus inicios. Bajo la imitación el mundo precoz se
desarrolló con las artes de lo necesario, de lo útil, de la comodidad, antes de
la venida de los filósofos. Las artes no son sino imitaciones de la naturaleza.
- Los hombres interpretan según sus pasiones y costumbres.
- Los cantos son de las naciones bárbaras. Era su manera de
expresar las ideas, por lo que se habló primero en verso y luego en prosa.
- Primero se requirió obediencia a los hombres para luego
obedecer a las leyes.
- Todas las naciones tienen un nacimiento, estado,
decadencia y fin.
- Los débiles quieren las leyes; los poderosos se rehúsan.
Los ambiciosos, para conseguir seguidores. Las promueven los príncipes para igualar
a los poderosos y a los débiles.
A manera de conclusión,
la
composición entre elementos generales y elementos particulares, conforma una
estructura en la que de los generales es posible extraer distintas materias
particulares que pueden ser objetos de estudio. La Divina Providencia es aquí
la que civiliza a la barbarie cuando otorga el sentido común, cambiando las
pasiones en virtudes y dando orden con las leyes.
Referencias
bibliográficas
Fernández,
S. (2013). Análisis filosófico de la
"Scienza Nuova" de Giambattista Vico (1668-1744). Oviedo:
Pentalfa.
Vico,
G. (1956). Una Ciencia nueva sobre la
Naturaleza Común de las Naciones. Buenos Aires:
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