Yorbis Esparragoza | Filosofía antimarxista

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domingo, 14 de mayo de 2017

Venezuela y el fascismo del siglo XXI

El socialismo del siglo XXI instaurado hace 19 años en Venezuela ha llamado desde sus inicios fascista a la “extrema derecha” venezolana, ni lo uno ni lo otro. Veamos primero la definición de fascismo según la RAE:

Fascismo. 
Del it. fascismo.

  • m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la primera mitad del siglo XX, y que se caracterizaba por el corporativismo y la exaltación nacionalista.
  • m. Doctrina del fascismo italiano y de los movimientos políticos similares surgidos en otros países.
  • m. Actitud autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el fascismo.
En 1919, Benito Musolini creó a los Fascios italianos de combate, lo que dio origen a la palabra fascista y que básicamente ejerce su autoridad mediante la violencia, defiende el militarismo, el nacionalismo, al control de todas las instituciones por parte del Estado y al proletariado contra los “explotadores” (contra la propiedad privada). Esta última tesis inspiró luego a Lenin y posteriormente a Mao. En todos los movimientos socialistas-comunistas se crean grupos fascistas. Recordemos que quien hizo un pacto de no agresión con Hitler, no fue precisamente Stalin, sino Winston Churchill, reconocida figura antifascista.

Respecto a la extrema derecha, se refiere un término peyorativo usado por los socialistas para denigrar a los movimientos liberales y democráticos que promueven los derechos individuales y la propiedad privada, algo que a los socialistas les provoca un odio profundo, porque no se creen capaces de generar riqueza sino de robarla, toda la vida serán unos envidiosos.
Venezuela y el fascismo del siglo XXI
Por lo que se ha sabido en los últimos días, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) posee un plan de incorporación a las milicias para recibir entrenamiento. Esta decisión viene desde el Ejecutivo y tiene un objetivo claro: sostener la represión mediante la aplicación y el fortalecimiento del Plan Zamora, un método que hasta ahora nadie sabe con certeza de qué trata, porque no hay documento oficial que describa su función y que hasta el momento sólo ha sido aplicado en el Edo. Carabobo, donde a los protestantes se les agrede violentamente, se les captura sin ningún motivo y se les procesa en tribunales militares, un procedimiento que no es ni justo ni imparcial.

También esta medida se debe a que el gobierno necesita aumentar al cuerpo militar ya que según la Constitución en su artículo 324 “La Fuerza Armada Nacional será la institución competente para reglamentar y controlar, de acuerdo con la ley respectiva, la fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección, comercio, posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos”.

¿Y cómo se logrará todo esto? Con la Asamblea Constituyente se consolidará al comunismo en Venezuela y la hundirá en un sistema lleno de control, represión, violencia, militarismo, miseria y hambre. Chávez fue la punta del iceberg fascista en Venezuela.

Juan Claudio Lechín en su libro Las Máscaras del Fascismo explica que el fascismo es una forma sistemática para apoderarse del poder, obteniendo control político, legislativo, militar y de los medios de comunicación que convierte al caudillo en una monarquía plebeya. El autor nos da un índice facho aplicable a cualquier nación para detectar las intenciones de los gobernantes supuestamente “democráticos”:

  • El caudillo fascista es mesiánico, carismático y de origen plebeyo.
  • El brazo del caudillo: el partido y el grupo de choque, sea paramilitar y/o militar (con alto componente lumpen y delincuencial).
  • La lengua del caudillo: la propaganda política.
  • La fe del caudillo: la existencia de una fantasiosa promesa política redentora.
  • El oído del caudillo: servicios de inteligencia represiva, espías y soplones.
  • El caudillo se embarca en la refundación de la patria y/o el cambio de nombre, la reforma constitucional y/o la suplantación constitucional y nuevos símbolos del Estado.
  • El caudillo emprende la destrucción de los actos eminentemente liberales (valores e instituciones).
  • El caudillo es antiliberal y antinorteamericano.
  • El caudillo consigue las siguientes igualdades políticas: Caudillo = Partido = Estado = Nación = Patria = Pueblo = historia épica.
  • El pueblo adepto al caudillo: militante adhesión popular. Retorno a la servidumbre.
  • La perpetuación del caudillo en el poder: gobierno vitalicio, con o sin elecciones. Monarquía plebeya.
  • Valores medievales: coraje militar, arrojo, el prestigio de morir en combate, valores excesivamente viriles (machistas), señoriales y homofóbicos, arengar a la tropa en la forma de discurso de confrontación, luchar por un ideal santo, el hereje irreconciliable y muchos otros más.


Recordemos la frase del mismo Musolini:

En contra del individualismo, la concepción Fascista es por el Estado… El liberalismo negó al Estado en función de los intereses de individuos particulares; el Fascismo reafirma al Estado como la verdadera realidad del individuo
Giovanni Gentile en Fascism, 1932.

Por lo que hemos vivido, ya sabemos que todo lo que toca el Estado lo pervierte, lo daña, lo aniquila y que el fascista es el gobierno venezolano, no aquellos que creemos en la libertad.

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