Yorbis Esparragoza | Filosofía antimarxista

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viernes, 28 de febrero de 2014

¡Venezuela zombie!


La situación actual de Venezuela da mucho para la reflexión e intentaré explicarles cómo se digiere a la Venezuela del siglo XXI.

¡SOS Venezuela! ¡Son pocos! ¡Somos muchos! ¡Aquí no está pasando nada!¿Pa’ dónde vamos en Carnaval? ¡El 05 de marzo conmemoraremos la muerte del presidente eterno! ¿Y esta cola pa’ qué es? ¿Hay leche? ¿Dónde? ¿Revocatorio? Periódico de ayer.

Estas y muchas otras manifestaciones son las que reflejan el estado decadente, histérico, paranoico y circense de nuestra amada Venezuela.  

Cada quien jala pa’ su lado. Sean chavistas u opositores no existe un plan que desarrolle al país. Los oficialistas hablan desde las pocas líneas que escribió un difunto y de las directrices de unos extranjeros, no menos irrisorio el otro bando que pretende con una “Unidad” desunida sacar a la bancada narco terrorista con diálogo.

¿Y el vulgo? Desorientado, molesto, a la expectativa, con miedo. Existe una queja general: ¡NO HAY…! Sustituya los puntos suspensivos por el producto o valor moral que Ud. desee y le quedará muy bien. También hay una conciencia colectiva: ¡En Venezuela no mandan los venezolanos!

Estado zombie. En Venezuela estamos así, el pensar colectivo es ¡sálvense quien pueda!, sólo falta que cada quien agarre un armamento (en los barrios hay que da miedo) y comience a adueñarse de lo que necesita y más. Es un caos anunciado que se extiende por todo el territorio: saqueos, desabastecimiento, unos responsabilizan a otros, nadie a sí mismo. Sírvase usted en pensar un arroz con mango, sardina y pasta con carne molida ¡Un mazacote! 

¡Somos los hijos del cacique Guaicaipuro! Venezuela está cundida de mitomagia que nos hace creer superhumanos frente a tanques de guerra, o hijos de María Lionza para manipular a la naturaleza. Pareciera que el siglo de las luces nunca llegó y que nos quedamos en una especie de primitivismo. La razón no domina a las pasiones, sino al revés y ni la religión puede con eso. Pretendemos creer que las protestas (con saldo rojo en su mayoría) tumbarán al régimen, que un político encarcelado es el futuro del país, que ¡Chávez vive!, que los jóvenes estudiantes harán el cambio y con respecto a esto, tomaré el atrevimiento de citar al periodista, filósofo, docente, escritor y conferencista brasilero De Carvalho en su escrito El imbécil juvenil:

…el joven… es, por desgracia, inconsciente de sí mismo, de su situación, de las autorías y de las culpas de cuanto pasa dentro y alrededor de él. Sus juicios son casi siempre la completa inversión de la realidad. Ése es el motivo por el que la juventud, desde que la cobardía de los adultos le dio autoridad para mandar y desmandar, ha estado siempre a la vanguardia de todos los errores y perversidades del siglo: nazismo, fascismo, comunismo, sectas pseudo-religiosas, consumo de drogas. Son siempre los jóvenes los que están un paso al frente en la dirección de lo peor.
Un mundo que confía su futuro al discernimiento de los jóvenes es un mundo viejo y cansado, que ya no tiene ningún futuro.

Entonces, es hora de PENSAR si dejaremos al país a los jóvenes cocos secos o asumiremos nuestro papel de adultos. Los venezolanos deben entender que con un cambio de administración no se resolverán nuestros problemas, que con guarimba sólo seguiremos en la mediocridad. Hay un enorme vacío en las declaraciones políticas y eso se ve en las acciones con poca monta, que sólo nos hunden más y más en la desesperanza. Nadie se quiere hacer responsable de nada, se lanzan la pelota entre bando y bando buscando que en algún momento se desvanezca para pasar al siguiente tema. Ya no tienen al Chávez que los calmaba con cantos llaneros y en 17 años el otro bando no ha logrado calar dentro de la sociedad.   

Se requiere de la mano dura, de un Estado que se base netamente en las leyes y la justicia. Venezuela merece y necesita CALIDAD en cada uno de los eslabones de su tejido social, no obstante, nos hemos conformado en votar por el menos peor, por la MEDIOCRIDAD. Y eso deja mucho que desear de un pueblo que vio nacer a personajes como Juan Germán Roscio o Tomás Lander.

2 comentarios:

  1. Calidad moral e intelectual de gobernantes es lo que necesitamos todos los pueblos, sin duda.
    Certero post.

    Un abrazo.

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  2. Que gusto leer esto después de asomar el oído y es cuchar, como siempre, puras consignas y nada de propuestas reales. Como si de una frase mágica se tratase, _“¡Patria o muerte! ¡Hay un camino!”_ y CACHAN! Se resolvió el problema.

    De hecho, no es que estemos muy escasos de propuestas, no estamos reinventando la política ni creando una nueva forma de organización social. Son problemas evidentes con soluciones ya establecidas en las leyes (la mayoría), y otros problemas que necesitan solo de inteligencia y sentido común, dos cualidades cada vez menos comunes en nuestro país. O por que escasean o por que se dejan de expresar.

    Sigue escribiendo, amiga. Excelente Blog.

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